Carmen Martín Gaite, figura de las Letras Hispánicas del siglo XX

Hace 24 años falleció una de las autoras salmantinas más importantes que da nombre a una de nuestras aulas de Tía Tula Colegio de Español: Carmen Martín Gaite. Nació el 8 de diciembre de 1925 en la conocida plaza de los Bandos, en el seno de una familia acomodada. Su padre, José Martín, tenía muchas ideas liberales y no quería que su hija fuera educada por una institución religiosa. Por ello, su formación se basó en clases particulares, aunque fue su padre quien, en realidad, despertó a la escritora su afición por el arte, la historia y la literatura.

En plena Guerra Civil, cursó sus estudios de bachillerato, y fue en el Instituto Femenino de Salamanca donde dos profesores, Rafael Lapesa y Salvador Fernández Ramírez, iban a influir de manera decisiva en su vocación literaria. Más tarde se licenció en Filosofía y Letras en nuestra Universidad, donde tuvo el primer contacto con el teatro participando como actriz en varias obras.


En 1950 se traslada a Madrid y conoce a Ignacio Aldecoa, que le introduce en el círculo literario que acabaría conociéndose como Generación del 55 o Generación de la Posguerra. El contacto con este grupo de jóvenes escritores y sus colaboraciones en revistas madrileñas como La Hora o Alférez (donde aparecieron sus primeros artículos), la distanciaron de los proyectos que la habían llevado hasta allí. 

En 1955 publicó su primera novela corta, que marcó el inicio de una prolífica carrera literaria: El balneario, con la que obtuvo el Premio Café Gijón. Dos años más tarde, recibió el Premio Nadal por Entre visillos, una obra que retrata la vida de un grupo de jóvenes de la España de los años cincuenta. Los hombres iban al casino, bebían, jugaban y hablaban con libertad; mientras que ellas estaban condenadas a encontrar un marido y cumplir con las tareas del hogar. En este ambiente destaca el personaje de Natalia, la que con su mente abierta y moderna pretende abrir los ojos a esas mujeres. Tal es la importancia de Entre visillos que saltó a la pequeña pantalla en 1974 con una adaptación de RTVE.


Durante casi una docena de años, la autora se dedicó a la investigación histórica. Fruto de esta actividad fue la realización de su tesis doctoral, publicada más tarde bajo el título de Usos amorosos del XVIII en España. Tras este paréntesis narrativo, continuó su andadura literaria con novelas como Retahílas (1974) o El cuarto de atrás (1978), en las que reivindica el poder de la palabra como único medio de luchar contra la soledad y el aburrimiento. De estas obras, tiene vital importancia la segunda debido a que con ella obtiene en el Premio Nacional de Literatura, convirtiéndose así en la primera mujer de la historia en conseguirlo


A lo largo de su trayectoria, acumuló una larga lista de prestigiosos galardones: el Príncipe de Asturias en 1988, el Premio Nacional de las Letras en 1994, la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes en 1997 y la Pluma de Plata del Círculo de la Escritura en 1999, entre otros. Novelas como Nubosidad variable (1992), La Reina de las Nieves (1994), que dedicó a su única hija Marta, fallecida a los 28 años, o Irse de casa (1998), culminaron una intensa carrera literaria.


Años después fue diagnosticada con el cáncer que terminó por apagar su vida el 23 de julio del 2000. Fue enterrada en el cementerio del madrileño pueblo de El Boalo, donde poseía una casa familiar y donde, además, reposan los restos de sus padres y de su hija. En el aniversario del fallecimiento de la autora se creó la Agrupación Cultural Carmen Martín Gaite en Madrid y, desde 2001, la organización celebra anualmente el Certamen de Narrativa Corta para escritores de habla hispana. 

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