Guía para vivir la Semana Santa de Salamanca con los 5 sentidos
Como te habrán contado tus profesores en clase, la Semana Santa es una festividad de origen religioso celebrada en todo el mundo y España, país de tradición católica, no es una excepción. Ya hemos hablado antes en este blog sobre sus manifestaciones en España, la variación de costumbres de una región a otra y la particularidad de que sea celebrada por creyentes y por no creyentes. En esta ocasión hemos elaborado una guía para que vivas la Semana Santa de Salamanca, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, con los cinco sentidos.
Uno de los principales atractivos de la Semana Santa salmantina lo constituye su valiosa imaginería. Las figuras que se procesionan son obra de importantes artistas como José de Lara Churriguera, Felipe del Corral, Luis Salvador Carmona o Alejandro Carnicero. La más antigua se fecha en el siglo XV y las más modernas son del siglo XXI. Algunas pertenecen a la Escuela de imaginería de Salamanca, un grupo de escultores que trabajó aquí (en cocreto, en un taller en el Patio de Escuelas) entre 1940 y 1960 aproximadamente.
Las andas o carrozas sobre las que se sitúan las imágenes no son menos reseñables. Ya sea en forja, madera, pintadas de plateado o dorado o en policromía, muchas exhiben intrincados motivos platerescos dignos de admiración.
Dentro de la sobriedad por la que se caracteriza en general la celebración en Salamanca, la Semana Santa también es sinónimo de colores: los de las flores que adornan las carrozas y los hábitos propios de cada cofradía y procesión. Azul celeste, rojo, granate, morado, verde y dorado son algunos de los colores que visten los hermanos en los elementos que componen su indumentaria: túnicas, capas, capirtoes, cínfulos, cordones...
Pero por lo que esta festividad es todo un espectáculo para la vista en Salamanca es por la conjunción de los elementos que mencionábamos antes (imaginería, carrozas y colores) y el imponente fondo monumental. Los monumentos de piedra dorada llevan siglos siendo testigos de esta tradición tan arraigada en la ciudad. Hay varias escenas que conviene no perderse y que nos transportan a otros tiempos: el paso de las procesiones por la plaza Mayor, por el Patio Chico, por el puente romano y por la calle Compañía. Precisamente a este último lugar se refería Unamuno:
"La ciudad de Salamanca, y en ella muy especialmente, la calle llamada de la Compañía, parece un escenario secular, en piedra de oro, para las representaciones anuales del Drama de la Pasión y Acción de nuestro Señor, que es el fondo de la historia que no pasa sino queda. En estas representaciones se han re-creado generaciones de salmantinos".
Más sobria, como decíamos, que la de otras partes de España, como Andalucía, la Semana Santa en Salamanca suena fundamentalmente a silencio (algo poco frecuente cuando se reúne un buen número de españoles en una celebración en la calle, si nos permitís la broma). Aquí el fervor se demuestra así: es momento de reflexionar y muchas hermandades eligen hacerlo con sigilo, sin interrumpir las meditaciones de los demás y como muestra de respeto. Sea en toda la procesión o solo durante algún punto, el silencio es protagonista, por lo menos entre los fieles que la observan. No obstante, también hay música. En la mayoría hay una banda acompañante y en una, la del Arrabal, se escuchan carracas y otros instrumentos, como cajas chinas. Saetas, cantos y rezos están presentes en algún momento. En la procesión del Resucitado, ya con un tono más festivo, charros y charras bailan y tocan música delante del paso.
Además, el silencio permite escuchar los pasos acompasados de los hermanos y costaleros, otro de los sonidos más característicos de la Semana Santa.
Otro, un tanto escalofriante, es el del arrastrar de las cadenas con las que algunos penitentes limitan el movimiento de sus pies descalzos.
Sí, la Semana Santa también se huele. Si uno está lo suficientemente cerca de una carroza quizá pueda disfrutar el aroma de las flores frescas que las adornan. Pero a lo que más huele, sin duda, es a cera quemada y a incienso. Cera quemada de los omnipresentes cirios y velas (los llevan cofrades, penitentes, algunas carrozas y, a menudo, el público asistente). Incienso, el que algunos hermanos queman en sus ondulantes incensarios.
La tradición manda que el Domingo de Ramos la gente lleve suaves palmas blancas (que se obtienen de las palmeras) y rugosas ramas de olivo para que se las bendigan. Las palmas blancas a veces se trenzan para formar cruces, estrellas u otras figuras (se pueden encontrar verdaderas obras de arte). Algunas personas las cuelgan después de sus balcones.
Pero si la piel es protagonista es cuando, en algunos momentos, todos los demás elementos (silencio, olor a cera quemada e incienso, sonido de pasos y cadenas arrastradas, penitentes y entorno monumental) se confabulan y nos producen piel de gallina e, incluso, escalofríos. Aun sin ser creyente y viendo las procesiones como un hecho cultural y social, esto puede llegar a pasarte.
Durante las procesiones no es raro ver a alguna gente, sobre todo niños, comiendo barquillos, obleas o "pirulís" de caramelo. Ya fuera de ellas, la gastronomía típica de estas fechas de recogimiento y meditación es más rica y variada de lo que cabría esperar. Estos son algunos platos y preparaciones:
"Comer los limones" es plato tradicional salmantino que se suele comer el Jueves y el Viernes Santo. Viene a ser una contundente ensalada a base de verduras, huevo cocido, limón, naranja, vinagre y chorizo. En su origen era consumido como desayuno por los hortelanos, de ahí que la mayoría de los ingredientes sean de la huerta.
El potaje de vigilia o de cuaresma es uno de los platos más importantes dentro de la gastronomía de la Semana Santa. Se trata de un guiso de garbanzos, espinacas y bacalao que tradicionalmente se cocía en un pote. Este plato es muy consumido debido a la prohibición religiosa de comer carne durante el período de cuaresma.
Precisamente por esa razón es muy habitual darle protagonismo al pescado en estas fechas. El favorito es el bacalao. Existen numerosos platos elaborados con este pescado blanco que son muy típicos de estas fechas, como los buñuelos de bacalao, el “atascaburras” o los pimientos del piquillo rellenos de bacalao, entre otros.
Ya en el apartado de los postres destacan las torrijas, rebanadas de pan empapadas en leche que se fríen y se sirven con miel y canela en polvo. El sabor es más dulce y fino si la leche ha sido previamente cocida con cáscara de limón, canela en rama y azúcar.
Los pestiños también son habituales en Salamanca, a donde llegaron desde la vecina Extremadura. Están hechos de una masa frita de harina que se cubre de miel.
Aunque hay más, mencionamos por último la leche frita que, como su nombre indica, es un postre hecho a base de leche que se espesa con harina y se endulza, normalmente dándole un toque de cáscara de limón y canela en rama. Tras formar una masa con los ingredientes anteriores se fríe y se sirve con canela espolvoreada.
Información útil
Si nuestra guía te ha convencido para vivir la Semana Santa de Salamanca con los cinco sentidos, necesitarás más información sobre las procesiones y actos que van a tener lugar. Puedes encontrar el programa de procesiones y actos, información detallada sobre las distintas cofradías, imágenes y vídeos en la página oficial de la Junta de Cofradías, Hermandades y Congregaciones de Salamanca.
También puedes descargarte la aplicación gratuita para móviles sobre la Semana Santa de Castilla y León.
Y si no estás ahora en Salamanca, puedes acercarte virtualmente a su Semana Santa con nuestra lista de reproducción en Youtube:
¡Que disfrutes!
Créditos de las imágenes (de izquierda a derecha):
Vista
Foto cedida por Fred, un antiguo estudiante de Tía Tula
"Nazarenos" de Contando Estrelas bajo CC BY-SA 2.0
"Cristo crucificado, por Luis Salvador. Valladolid, Museo Nacional de Escultura" de Luis Fernández García bajo CC BY-SA 4.0
Oído
Foto cedida por Fred, un antiguo estudiante de Tía Tula
"Penitente" de Contando Estrelas bajo CC BY-SA 2.0
"Semana Santa" de Nieves Abalos bajo CC BY-ND 2.0
Olfato
"010f. Flores en la Santa Cena" de Jose Mesa bajo CC BY-SA 2.0
"Velas" de mcxurxo bajo CC BY 2.0
"Mini botafumeiro, día de la Victoria, Málaga" de vreimunde bajo CC BY 2.0
Tacto
"fresh breeze" de Everjean bajo CC BY 2.0
"Santuario de Montserrat 'Monasterio Santa María de Montserrat' Barcelona, España" de Enrique López-Tamayo Biosca bajo CC BY 2.0
"Domingo de Ramos" de Juan J. Martínez bajo CC BY-SA 2.0
Gusto
"Cocinando en vivo" de juantiagues bajo CC BY-SA 2.0
"torrijas" de Tnarik Innael bajo CC BY-SA 2.0
"Limones Semana Santa Salamanca" de Antonio Santos García bajo CC BY-SA 4.0
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