Boat rides on the tormes river in Salamanca


Our school is open again after the confinement and we are already receiving new registrations of students that want to visit us this summer. So, we are planning new after-school activities for them!
In a previous article, we talked about our “ruta de tapas”: just remembering those days… our mouths start watering! And today we want to mention another of our favourites that our students really enjoy: boat rides on the Tormes River here in Salamanca.
Our beloved river has been witness of many key moments of the history of Salamanca and of Spain.

Its banks welcomed the first settlers of Salamanca during the Iron Age. They decided to settle in the area of San Vicente’s hill, a natural elevation from which you can sight all the surroundings. It also hosted the pre-Roman peoples known as “Vacceos” and “Vettones”. The latter are believed to be the authors of the “Toro del Puente” (“The bull of the bridge”). 
Its inhabitants witnessed how an army of elephants, leaded by the Carthaginian general
Anibal Barca, crossed the city; how the Romans built their famous bridge that turned Salamanca into a key city in the “Ruta de la Plata” (“Silver Route”); how the Roman empire declined and the following “medieval revival”, “Renaissance splendour” and the “Siglo de Oro” (Spanish Golden Age). During these golden years, among the inhabitants of the city you could find some great Spanish figures like Fray Luis de León, Miguel de Cervantes, San Juan de La Cruz, Santa Teresa de Jesús, Luis de Góngora, Francisco de Quevedo, Calderón de la Barca or Lope de Vega.

Literature is also part of its waters. The “Lazarillo de Tormes” in the eponymous literary work narrates his adventures that started at the banks of this river.
Each of them contribute to the fact that this city is considered the birthplace of academic Spanish.

For Tía Tula, the river has been and still is a witness of our history. Strolls that become boat races or water battles come to our mind; or floating spontaneous parties with different types of music every time. It has also seen our students fall in love; some of them have returned years later as a couple and they have visited us to tell us their beautiful story.

When pedalling in the boat, you feel the breeze on your face and the sun on your skin; you caress its waters and watch the birds fly with the beautiful picture of the banks and the cathedrals upon it and, best of all, you enjoy a great time with your friends… And suddenly you have that beautiful feeling of knowing that there is no other place in the world you’d rather be in that moment.




Maybe this is one of the reasons why people say that Salamanca enchants everyone’s will to come back if you have ever enjoyed the gentleness of its roof.
We invite you to discover for yourself, beside us if you let us, how these words become a reality.





Nuestra escuela está de nuevo abierta al público de nuevo, tras el confinamiento por la crisis de la COVID-19, y ya estamos recibiendo matrículas de estudiantes para los meses que nos quedan de verano. Así que nos hemos puesto otra vez a planificar las actividades para después de las clases.

En un artículo anterior hablamos de la ruta de tapas: sólo recordarlo se nos hace la boca agua... Pues hoy vamos a hablar de otra de las favoritas de los alumnos, y de los miembros del equipo de la escuela también: los paseos en barca por el río Tormes de Salamanca.

Y es que nuestro río ha sido testigo de momentos claves en la historia de la Ciudad y de España. 

Sus orillas dieron la bienvenida a los primeros pobladores de Salamanca, durante la “Edad de Hierro”, quienes se asentaron en la zona del “Cerro de San Vicente”, elevación natural desde la que se divisaba todo el entorno. También dio acogida a los pueblos prerrománicos de los Vacceos y Vettones. A estos últimos se les atribuye la autoría del “Toro del puente”.

Sus habitantes fueron testigos de cómo un ejército con elefantes, comandados por el general cartaginés Aníbal Barca, atravesaban la ciudad. De cómo los romanos construyeron su famoso “puente”, convirtiendo a Salamanca en una ciudad clave en la “Ruta de la Plata”. De la decadencia de dicho imperio, y de su posterior “renacer medieval”, “esplendor renacentista” y el “Siglo de Oro”, dando acogida durante este tiempo a figuras claves para las artes y las letras españolas como Fray Luis de León, Miguel de Cervantes, San Juan de La Cruz, Santa Teresa de Jesús, Luis de Góngora, Francisco de Quevedo, Calderón de la Barca o Lope de Vega

La literatura también se empapa de sus aguas, siendo “El Lazarillo de Tormes” el nombre del protagonista del libro del mismo nombre, quien nos narra en su obra que nació a sus orillas.

Todos ellos contribuyeron a que la ciudad sea considerada como “la cuna académica del español”.

Para Tía Tula el río ha sido y es testigo de nuestra historia. Vienen a nuestra mente esos paseos que se convierten en carreras de barcas, batallas de agua que refrescan las tardes de verano, o espontáneas fiestas flotantes con diferentes estilos de música en cada una. También han visto surgir amores entre nuestros estudiantes, quienes regresan años más tarde a nuestra escuela como parejas para hacernos una visita y ponernos al día de su historia personal.

Cuando pedaleas sobre su superficie sintiendo el frescor de la brisa del río en tu cara, el sol sobre tu piel, y acaricias el agua, observando como vuelan los pájaros sobre el hermoso fondo que supone la orilla del rio y las catedrales junto con tus nuevos amigos, te invade una hermosa sensación de saber que no hay otro lugar en todo el mundo en el que quisieras estar en ese momento. 

Quizás por cosas como esta se ha hecho famosa la frase Salamanca, la que enhechiza (hechiza) la voluntad de volver a ella a todos los que de la apacibilidad de su vivienda han gustado
Te invitamos a descubrir por ti mismo, de nuestra mano si nos dejas, cómo esta frase se convierte en realidad. 

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