Once - Museo Casa Lis
Los 20 sitios más emblemáticos de Salamanca
(de visita obligada)
¿Apasionado del arte? Si la respuesta es un sí, desde Tía Tula Colegio de Español te invitamos a pasarte por la Casa Lis. El juego de luces y colores de sus vidrieras, que
chocan con esa Salamanca dorada y monumental, la elegancia de las obras
expuestas y hasta los detalles de su cafetería te dejarán sin palabras. Así que si te apetece dedicar un poco
de tu tiempo en conocer la historia de este palacete modernista tendrás acceso gratuito todos los jueves
entre las 11:00h a las 14:00h. O si
lo prefieres, desde tan solo 6 euros, puedes comprar una entrada conjunta de la Casa Lis y el Palacio de Monterrey, y
así descubrir dos espacios patrimoniales de Salamanca.
La Casa Lis es un edificio situado sobre la antigua
muralla de la ciudad. Fue
mandado construir por D. Miguel de Lis, propietario de una fábrica de curtidos,
como vivienda familiar. El encargado de llevar a cabo este proyecto fue Joaquínde Vargas y Aguirre, quien organiza toda la vivienda en
torno a un patio interior y diseña una fachada construida con hierro y vidrio siguiendo
los principios de la arquitectura industrial. Además, resolvió con brillantez el fuerte desnivel que había en el lado sur,
pero ¿cómo lo hizo? Para ello, imaginó una escalera capaz de crear terrazas
ajardinadas y una cueva cubierta de rocalla (‘conjunto de piedras pequeñas que
se han desprendido de la roca’), y así aligerar el conjunto.
Por su
parte, la fachada norte es uno de los
pocos ejemplos de arquitectura modernista de esta ciudad. Construida en
piedra y ladrillo, destaca su puerta de acceso y el movimiento orgánico de las
verjas de hierro en estilo Art Nouveau. Para entender esta obra es
primordial conocer el término modernismo. El
Modernismo fue una corriente artística, muy importante en el siglo XIX y
principios del XX, que buscaba romper
con los estilos predominantes de la época, tanto los de tradición
academicista como los rupturistas. De este modo, se crea un arte nuevo, joven, libre y moderno inspirado en la
naturaleza y en las novedades derivadas de la revolución industrial, como
el hierro y el cristal.
La fecha de 1917 es importantísima, pues fue la
primera vez que la Casa Lis cambió de dueños: D. Enrique Esperabé de Arteaga, futuro rector de la Universidad de Salamanca, se muda aquí junto a su
familia. Después pasó por otros
propietarios hasta que, en los años
70, cerrada y sin uso, comienza un
periodo de decadencia. Abandonada, arruinada, y a punto de desaparecer, el
Ayuntamiento salmantino es consciente de su valor y la convierte en museo.
Fuentes:
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