Siete - Zona Universidad: calle libreros, fachada y edificio de la Universidad, patio de escuelas, claustro de la Universidad y Cielo de Salamanca

Los 20 sitios más emblemáticos de Salamanca
(de visita obligada)

A unos 100 metros de la Clerecía se encuentra otro imprescindible de esta ciudad: la Universidad de Salamanca, que se fundó en 1218 por el rey Alfonso IX de León Rey Alfonso IX de León. Considerada la más antigua del mundo hispánico, cuenta con más de 800 años de historia ininterrumpida creando, promocionando y divulgando el conocimiento. Según el decreto de 1254, en un primer momento la universidad estaba compuesta por un maestro en leyes, otro en decretos, dos de decretales, dos de lógica, dos de gramática, dos de física o medicina, uno de órgano, un apotecario, un bibliotecario y dos conservadores. Así, nuestra universidad se convirtió, junto con las de París, Oxford y Bolonia, en una de las primeras universidades europeas, aunque se trata de la única de España que ha mantenido su actividad a través de los siglos.

¿Cómo ha evolucionado la universidad a lo largo del tiempo? El punto de partida es 1254, fecha en la que el rey Alfonso 10 fija las leyes de organización y dotaciones financieras. Un año después, el Papa Alejandro IV publica las bulas pontificias que van a reconocer la validez universal de los grados otorgados por ella, además de concederle el privilegio de tener sello propio. A partir de 1551, con la creación de las primeras universidades americanas, vivirá un momento de expansión, pues estas seguirán el modelo salmantino tras usar sus cartas fundacionales. Tal es su relevancia que más del 70% de las universidades creadas en los siglos XVI y XVII la consideran hoy en día su alma mater, locución latina que significa ‘madre nutricia’. Este término se refiere metafóricamente a la capacidad que tiene una universidad para propagar el saber.

Cuando en 1857 se publica la Ley Moyano, la educación general del país quedó reducida a las facultades de Derecho, Teología (suprimida definitivamente en 1868) y Filosofía y Letras. No obstante, un año más tarde, la Diputación y el Ayuntamiento de la ciudad salen en auxilio de la institución financiando, como facultades libres, las enseñanzas de Medicina y Ciencias. Por último, con la aprobación y publicación en el año 1983 de la Ley Orgánica de Reforma Universitaria (LRU), se ponía punto final a los restos del modelo liberal decimonónico y se daba comienzo a una nueva etapa de amplia autonomía universitaria con importantes transformaciones en todos los ámbitos.

Desde su origen hasta la actualidad, la universidad ha pasado por distintas etapas en lo que al número de estudiantes se refiere. Lo que empezó con poco más de 500 matriculados, aumentó con los años hasta alcanzar los 30.000 estudiantes con los que goza ahora. A lo largo de su historia, ha reunido grandes mentes del saber. Por ejemplo: Abraham Zacut   (cuyo nombre ha servido para llamar a una de sus bibliotecas más populares), quien desarrolló el Almanach Perpetuum, un tratado de astronomía imprescindible para la navegación que hizo posible unir continentes; Antonio de Nebrija, creador de la primera gramática española; o  Francisco de Vitoria, cuyo pensamiento ha propiciado a considerar Salamanca como cuna del Derecho Internacional. 

Ahora bien, ¿qué es lo que tiene esta universidad para que reciba tantas visitas? Como tiene un importante patrimonio material, son muchos los que se acercan a apreciar su valor artístico o histórico, pero también hay quien se dirige allí para realizar alguna actividad académica. En ella destacan especialmente el Edificio de Escuelas Mayores con su fachada plateresca, en el interior del cual se encuentra la Biblioteca General Histórica con 2.774 manuscritos, 483 incunables y alrededor de 62.000 volúmenes impresos entre los siglos XVI y XVIII. Al mismo tiempo, es parada obligatoria el Patio de Escuelas Menores que alberga en una de sus salas la conocida pintura del ‘Cielo de Salamanca’, obra atribuida a Fernando Gallego Fernando Gallego que recoge temas astronómicos y astrológicos.

Sin embargo, la máxima expectación se la lleva la querida rana que se posa sobre una calavera en la fachada de la universidad. A pesar de que en su origen era un elemento secundario, hoy en día se ha convertido en la auténtica protagonista del retablo que buscaba reflejar el peso de los Reyes Católicos (en el siglo XVI se produce la secularización de la Universidad; es decir ya no dependía del Papado, sino de la Monarquía). Aunque autores sostienen que el conjunto de la rana y la calavera era un guiño a la Inquisición, la leyenda que ha prevalecido es otra. Por ello, un gran número de estudiantes se acercan allí en busca de este animal. ¿La razón? Se cree que aquellos que la encuentren sin ningún tipo de ayuda tendrán buena suerte en sus exámenes, pero de lo contrario deberán estudiar o suspenderán. 

¡Desde Tía Tula te animamos a que conozcas esta joya salmantina!

Su historia, su belleza arquitectónica y la famosa rana te deleitarán. Tal es el prestigio de esta Universidad, que ha dado lugar a la archiconocida frase de Cervantes,  En su obra El licenciado Vidriera mostraba la vida universitaria de esta ciudad:  “Salamanca que enhechiza la voluntad de volver a ella a todos los que de la apacibilidad de su vivienda han gustado (…) Advierte, hija mía, que estás en Salamanca, que es llamada en todo el mundo madre de las ciencias, archivo de las habilidades, tesorera de los buenos ingenios y que de ordinario cursan en ella y habitan diez ó doce mil estudiantes, gente moza, antojadiza, arrojada, libre, aficionada, gastadora, discreta, diabólica y de humor.

Fuentes: 

• www.usal.es/historia
• https://herpiberica2018.usal.es
• www.rae.es
• www.lavanguardia.com