SEIS - PALACIO DE MONTERREY E IGLESIA DE LA PURÍSIMA

 Los 20 sitios más emblemáticos de Salamanca

(de visita obligada)


Si bajamos la Calle Compañía llegaremos hasta la Plaza de las Agustinas, una de las plazas más visitadas de Salamanca, ¿el motivo? En ella encontramos dos monumentos importantes: la Iglesia de la Purísima, que forma un solo edificio con el Convento de las Agustinas Recoletas, y el Palacio de Monterrey. ¿Te animas a explorar estos lugares? A continuación, os haremos una breve descripción acerca del origen y curiosidades de ambos, y, sobre todo, os señalaremos los aspectos más destacables de su arquitectura.




Empezaremos por el Palacio de Monterrey, el cual se construyó en la primera mitad del s. XVI para el III Conde de Monterrey, don Alfonso de Acevedo y Zúñiga. Rodrigo Gil de Hontañón y fray Martín de Santiago esbozaron los planos del palacio, mientras que Pedro de Ibarra y Pedro de Miguel y Aguirre empezaron la construcción el 18 de enero de 1539. Desde entonces el Palacio de Monterrey se convertiría en una de las obras más representativas del renacimiento español. Aunque se trata de un edificio que no pudo ser acabado tal y como lo habían imaginado, es evidente que su imagen (con torres y decoración recargada) simboliza la gran nobleza del Siglo de Oro español.

En su origen el edificio iba a tener una planta cuadrangular y cuatro torres en los ángulos, pero, debido a su alto coste y a la pobreza económica que sufrió el conde, el proyecto quedó incompleto. De esta manera, solo llegó a construirse una de sus cuatro alas (la del sur) con muros de mampostería coronados por una preciosa logia renacentista. En las esquinas, leones y animales oníricos sostienen escudos de armas de los Zúñiga, Acevedo, Ulloa y Fonseca. En el interior, la planta baja se dedica a la zona de servicio, mientras que la escalera principal nos conduce a las plantas superiores, de uso privado de la familia, decoradas con piezas de la colección de la Fundación Casa de Alba

¿Qué valiosas obras de arte podemos ver en este palacio? En él destacan los famosísimos paisajes del pintor valenciano José de Riberael retrato del III duque de Alba por Sánchez Coello y otros óleos de Tiziano, Salvatore Rosa, Carreño de Miranda... 
No obstante, merece especial atención su colección de piezas de plata: once bandejas de variada procedencia que están fechadas desde el s. XVIII al XX. La más antigua es de bronce y aparece combinada con piedras duras de distintos colores. Además, sobresalen una sopera de origen parisino que es exclusiva de las grandes familias; un grupo de esculturillas a modo de palilleros; o un juego de té de origen inglésPor último, cabe subrayar la influencia del Palacio de Monterrey en otros edificios españoles, como el Palacio de la Diputación de Palencia, el Museo Arqueológico de Sevilla o la Academia de Caballería de Valladolid. 


Frente al Palacio de Monterrey encontramos la Iglesia de la Purísima, la que, junto con el convento de las Agustinas, forma un conjunto conventual de clausura situado en el centro histórico de la ciudad. Fue construida en el siglo XVII, por iniciativa de Manuel de Fonseca y Zúñiga, como panteón familiar y convento para el retiro de su hija Inés Francisca de la Visitación Inés Francisca de la Visitación, quien fue abadesa del mismo.            

Se trata del templo que más se ajusta a las normas artísticas italianas, concretamente al barroco napolitano, porque tiene planta de cruz latina, de una nave, y dos capillas a los lados. La fachada llama la atención por su pórtico, con 33 metros de longitud y tres cuerpos separados, consta de arcos de medio punto sobre pilastras estriadas. La portada está coronada por un frontón triangular al estilo de Vignola, y la cúpula, levantado con nuevo diseño después de su derrumbamiento en 1657, llena de luz todo el crucero con sus ocho grandes venta­nales.
En su interior destaca el altar mayor, pero ¿por qué? Pues bien, aquí se esconden varias obras de José de Ribera como la conocida Inmaculada, pero también una Piedad, coronando el retablo y sobre la Virgen. Un hecho curioso es que los planos fueron diseñados en Nápoles y allí se realizaron los elementos decorativos (como el retablo y el cuadro de la Purísima), posteriormente se trasladaron a Salamanca y se construyó la iglesia. Por otra parte, se encuentra en el retablo el “San Agustín meditando sobre el misterio de la Santísima Trinidad” de Rubens, que fue traído desde Flandes por el VII conde de Monterrey. A su vez, en el resto del templo aparecen distribuidas otras pinturas, por ejemplo: la Virgen del Rosario de Massimo Stanzione o la Crucifixión de Francesco Bassano.



En definitiva, el retablo mayor es un exquisito trabajo realizado con diversos mármoles (blancos de Carrara, rojos de Verona, amarillos de Siena, negros de Bélgica, verdes de Calabria...) hasta conseguir un resultado pleno de belleza, armonía y color. Declarada Monumento Nacional desde 1935, la Iglesia de la Purísima forma binomio arquitectónico con el Palacio de MonterreyAbierta al público de diario, podréis ampliar esta información de la mano de las sacristanas de la iglesia. ¡Sus explicaciones os ayudarán a apreciar las maravillas de este emblemático lugar!


Fuentes:

Imágenes:

Comentarios

Entradas populares