DOS - MERCADO CENTRAL Y ZONA DE TERRAZAS CERCANA

Los 20 sitios más emblemáticos de Salamanca
(de visita obligada)
El Mercado Central de Salamanca constituye el más antiguo mercado de abastos de la ciudad y hoy en día su visita es obligada en toda ruta turística por la ciudad, ya que además de la belleza estética del edificio, en su interior se pueden encontrar las mejores carnes, pescados, hortalizas y productos tradicionales. Ubicado junto a la Plaza Mayor y a escasos metros de las principales zonas comerciales de la capital, muchos de los salmantinos que lo frecuentan diariamente para hacer sus compras desconocen que se trata de una obra arquitectónica protegida con más de un siglo de antigüedad. En concreto, acumula 114 años de historia. Comenzó a construirse en agosto de 1899 y nació de la mente del arquitecto Joaquín de Vargas Aguirre -quien a su vez dirigía la Casa Lis, ambos proyectos fieles a los cánones del modernismo de hierro-, que la vio culminada en abril de 1909 tras atravesar por varios problemas económicos.

Si nos centramos en la historia, Salamanca contó con un mercado en esta zona de la ciudad desde el siglo XV. En aquella época y durante toda la Edad Moderna, estuvo situado en la antigua plaza de San Martín, que abarcaba el espacio que ahora ocupan la Plaza Mayor y las plazas del Corrillo, Poeta Iglesias y del Mercado. Esta zona concentraba la mayor parte de la actividad comercial de la ciudad y era tal su tamaño que se llegó a decir de ella que era una de las plazas más grandes de la Cristiandad. Los estudiosos dan testimonio sobre los comerciantes, quienes se agrupaban según su actividad comercial y los distintos gremios fueron dando nombre a los lugares donde vendían. Así, la actual plaza del Mercado fue conocida como Carboneros y más tarde como plaza de la Verdura, entre otros nombres.



De planta rectangular, cuenta con una extensión de 40x44 metros para un total de 1.760 metros cuadrados. Su interior se divide en dos plantas: la baja, dedicada al comercio, y la planta alta que forma el mercado originario al que se accede por las puertas de la fachada. La armadura, siguiendo una característica constructiva de los mercados de la época, adopta la forma de vasto paraguas en hierro. Se compone de un sistema de vigas de celosía que confluyen en un primer cuerpo rectangular elevado a modo de lucernario y que se apoya en 12 columnas pareadas de fundición.  Su exterior lo forman amplias arquerías de hierro provistas de cierres acristalados y persianas fijas en hierro. Entre las arquerías y el zócalo de piedra granítica se disponen paños de ladrillo visto que se prolongan en altura hasta la cornisa.

Un edificio con más de un siglo de historia en sus muros necesita restaurarse y, por fin, en el año 2015 se inició una primera fase de reparación, cuyos trabajos se centraron en el fortalecimiento estructural del edificio. Se impermeabilizó el forjado entre plantas, para solucionar los problemas de humedad por filtración, se acondicionaron los vestuarios y aseos del mismo y se creó un área acristalada central con usos múltiples en la planta baja. Y en 2019, con el propósito de potenciar la imagen del Mercado Central de Abastos, se llevó a cabo la colocación de vidrios de estilo art dèco en las 33 ventanas y puertas, así como la limpieza y saneamiento de las fachadas o el arreglo de las cornisas de granito. Estas vidrieras artísticas, que se eligieron para mejorar el contenedor, su espacio, su luz y su estética, son consideradas «como punto característico que atrae al turismo». 

Este mercado centenario, que consta de un total de 54 puestos para hacer la compra, fue incluido en el año 2022 en un artículo de El Mundo titulado "Los mejores mercados municipales de España para hacer la compra a buen precio".  Este artículo incorporaba un listado de 10 mercados españoles, entre los que aparecen dos de Madrid, el de Valencia, Málaga o incluso el de Santa Cruz de Tenerife. Pues bien, el Mercado Central de Salamanca ocupa el segundo lugar en el ranking; por tanto, la calidad y el precio de sus productos le sacan una sonrisa a cualquiera. 
Si necesitas descansar los pies después de tu visita, muy cerquita de este icónico mercado
encontrarás tres terrazas espectaculares: el Clavel 8, La sastrería del Mercado, Las Bravas. El primero, un local de época medieval y sitio emblemático de Salamanca, cuenta con una amplia carta formada por más de 40 platos. El restaurante apuesta por una cocina elaborada, pero sin perder el estilo tradicional, siendo su especialidad la carne a la brasa. Su calor procede del carbón de encina, lo que le da su seña de identidad y toque de distinción. El segundo, ha adquirido un gran protagonismo al ser uno de los lugares más solicitados para disfrutar de una copa o de su gastronomía en las noches de verano. Aquí priman los productos de calidad como el jamón ibérico de bellota Blázquez o pescados frescos de temporada. Por último, Las Bravas es magnífico para tapear porque tiene una gran variedad de pinchos y cervezas.

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