EXPRESIONES Y PALABRAS PROPIAS DE SALAMANCA: PARTICULARIDADES DEL HABLA Y DE LA FORMA DE SER DE LOS SALMANTINOS

Como en cualquier parte del mundo, con el paso del tiempo, los salmantinos hemos ido interiorizando ciertas expresiones, formas de hablar o costumbres propias que nos acompañan de manera natural en nuestro día a día confeccionando nuestro particular diccionario. Algunas veces son modas pasajeras, pero hay otras que llegan para quedarse, y en Salamanca no iba a ser menos. Así que, a continuación os presentamos algunas expresiones y costumbres (más bien manías) típicamente charras. ¿Cuántas conocíais?

(Ojito, para los estudiantes de español: hemos marcado con * las formas que aunque es verdad que se dicen en el habla popular de Salamanca son incorrectas en español):


1. Siempre, antes de salir de casa nos preguntamos: "¿He candado?" Si hemos cerrado la puerta, nos vamos tranquilamente.
2. La distancia no la medimos en campos de fútbol o metros: algo está paquí*, pahí* o pallí*.
3. Si por la noche soñamos algo y con suerte nos acordamos al día siguiente, para contárselo a alguien empezamos la frase con Ayer me* soñé...
4. Nosotros no tiramos las cosas sino que las caemos: "Ten cuidado, que caes* la botella".
5. Cuando queremos llegar a un sitio rápido, no tomamos el camino largo sino que atrochamos, porque es más corto.
6. Cuando queremos ver una película, no bajamos al quiosco a comprar gominolas sino galguerías o galgás*.
7. Y claro, utilizamos el mi niño o mi niña como vocativo perfectamente adecuado para referirnos al tendero, la tendera o cualquiera que nos atienda o a quien atendamos.
8. Los salmantinos presumimos de que tenemos el mejor español.
9. En los meses de invierno (que son nueve al año...), no usamos un abrigo, sino que nos ponemos el chambergo y listo.
10. Los días de heladas hay cencelladas espectaculares a orillas del Tormes que tratamos de inmortalizar con nuestros móviles, aun a riesgo de que se nos congelen las manos.
11. Cuando llegan las fiestas de la ciudad y bajamos a la Aldehuela a las ferias, nos montamos en los coches chocones*, el resto de España probablemente lo hace en los coches de choque.
12. Y por supuesto que somos salmantinos, pero estamos más orgullosos de que nos llamen charros.
13. Cuando comemos nuestro hornazo, a veces sin querer nos añusgamos porque metemos más en la boca de lo que podemos masticar.
14. Muchas veces estamos armando, pero no con ninguna pistola ni nos estamos preparando para ir a la guerra sino que estamos entreteniendo el tiempo haciendo cualquier cosa.
15. Si comemos el rico chocolate con churros pero nos manchamos un poco la cara, nos hemos dejado berretes, que rápidamente intentamos limpiar con la lengua.
16. Por mal que suene, en Salamanca tenemos chochos típicos: así es como llamamos a los altramuces en menor medida y a las peladillas la mayoría de las veces.
17. De guindas a brevas (es decir, muy de vez en cuando, es decir, con muy poca frecuencia), en lugar de chochos, lo que comemos no son perrunillas sino perronillas* que por supuesto están mucho más ricas.
18. Cuando le digas algo a un salmantino y te responda ¿Lo qué?*, vuelve a decírselo porque no te ha oído bien, o no te ha entendido (la forma correcta sería "¿El qué?").
19. Los niños salmantinos no se ponen calcomanías en la piel: se ponen calcamonías* (¡aunque se parecen un montón!) y no se cuelgan de los árboles o columpios, ellos se rescuelgan.
20.  Si llegamos a casa y la ropa que nos acabamos de comprar en la tienda vemos que no nos convence o que no nos queda bien, comprendemos con tristeza que tenemos que volver a la tienda a descambiarla (cambiarla se nos queda pequeño).
21. Aunque los salmantinos tenemos claro que “medio” (por concordancia con lo siguiente) es masculino, y “día” también, tenemos igual de claro que la hora de comer es “la* mediodía” (que bien puede ser a las dos o incluso a las tres de la tarde).
22. De pequeño si suspendías un examen seguramente era porque te pasabas las clases ahibado.
23. Nosotros no nos hacemos brechas en la cabeza cuando nos damos un golpe, sino piteras, preparándonos así un buen chaperón.
24. Cuando un establecimiento baja las puertas enrollables para cerrar, un local salmantino baja la trapa*

A continuación os dejamos la definición de estos términos, algunos no incluidos en el Diccionario de la Lengua Española de la RAE.

Ahibado: cuando decimos que alguien está ahibado nos referimos a que está distraído, atontado, que no se está enterando de nada.

Añusgarse: sinónimo de atragantarse.

Atrochar: verbo que empleamos para decir que vamos a tomar un atajo, un camino más corto para llegar a un lugar.

Berrete: las manchas que quedan alrededor de la boca tras comer o beber algo.

Caer: lo encontramos en la acepción número 28 del DLE como verbo transitivo de uso vulgar: tirar o hacer caer algo o a alguien.
Imagen de ABC

Calcamonía: por calcomanía. La RAE lo define como: papel o cartulina que contiene la calcomanía, antes de transportarla. Lo empleamos para referirnos a los pequeños tatuajes temporales que incluyen algunos productos de quioscos o supermercados y que los niños suelen ponerse en la piel, sobre todo en verano.



Candar la puerta: esta es una expresión que suele confundir a las personas que visitan Salamanca, y no, no quiere decir que vayamos poniendo candados en todas las puertas, cuando decimos he candado el coche, la puerta,…, estamos indicando simplemente que lo hemos cerrado, incluso sin llave.

Chambergo: antiguamente era un abrigo que llegaba a la altura de la mitad del muslo, hoy lo seguimos empleando para hacer referencia al abrigo, llegue a esa altura o no.


Chocho: una de las acepciones de este término recogido por la RAE es: confite, peladilla o cualquier dulce pequeño. 







Cencellada: término que empleamos para referirnos al hielo o escarcha que cubre todo las mañanas de invierno, cuando la temperatura ha sido inferior a los  0ºC por la noche. 






Chaperón: término empleado para referirse a una chapuza o a un desastre.

Descambiar: verbo que empleamos para decir que hemos devuelto una prenda, en el DLE lo encontramos como: deshacer un cambio.

Galguerías/galgás: término coloquial para referirnos a las golosinas o chucherías.

Hornazo: os dejamos el enlace al artículo que le dedicamos hace un tiempo a este producto típico de Salamanca y a la festividad que protagoniza: Lunes de Aguas, la festividad del hornazo

Lígrimo: aunque no se utilice tanto actualmente y quede más reservado a expresiones cultas, lígrimo se emplea con diferentes significados: puro, que no tiene mezcla; limpio o con el significado de sano.

Perronilla*: por perrunilla, es un dulce típico de Salamanca, Extremadura y Andalucía. Como indica el DLE: bizcocho o torta pequeña hecha con manteca, harina, azúcar y otros ingredientes









Pitera: término empleado para referirnos a una herida o brecha en la cabeza producida por un golpe con una piedra u otro objeto (habitualmente usado con la expresión "Hacerse una pitera", que significa abrirse una herida en la cabeza).

Rescolgarse: acción de colgarse de algún sitio agarrándose a él con las manos.

Trapa: persiana metálica (echar/bajar la trapa de una tienda o comercio).

Esperamos que, aunque muchos no seáis charros lígrimos, este artículo os haya ayudado a conocer un poquito mejor nuestra forma de hablar.

Os dejamos el enlace a la versión en inglés de este artículo: Curiosities of Salamanca: its people speech and way of being

Comentarios

Entradas populares