Viaje a Béjar
El mes pasado visité Béjar con otros
estudiantes de Tía Tula. Béjar es un pueblo de Salamanca. Queda a solamente hora
y cuarto de la ciudad así que es ideal para visitarlo en un solo día. En total íbamos
cinco personas, todas de paises diferentes, lo que resultó muy interesante (Japón,
Inglaterra, Corea, República Checa y Bélgica). Lo que más me gustó de Béjar fue
que es una ciudad donde no hace mucho frio, pero cuando miras hacia arriba
puedes ver montañas llenas de nieve alrededor de ti y hasta puedes esquiar
allí.
Ahí hay un lugar turístico, que
se llama Cámara Oscura, que yo recomiendo a todo el mundo. Es una actividad muy
interesante, visitarlo. Todos teníamos que ir a un cuarto oscuro y una de los
torres tenía la forma de un objetivo de una cámara. Desde dentro del cuarto la
guía podía mover el objetivo para acercar la vista asi que lo podíamos ver
mejor. La entrada al museo costaba solamente € 1,50, así que valió la pena.
Algo más que me gustó de este
pueblo fueron las murallas, construidas en el siglo XI. Durante el camino que
hicimos por las murallas, tomamos muchas fotos.
En este barrio también vi una
antigua fábrica, con ventanas rotas. Parecía como uno de estos lugares
estrechos que siempre salen en las películas de miedo. Me fascina ver este tipo
de edificios. Y no era el unico edificio siniestro que encontré allí. ¡También
habían muchas casas antiguas desocupadas que me parecieron horripilantes!
Para terminar este artículo me
gustaría hablar del restaurante, que se llamaba La Antigua Posada Del Peso,
donde comimos. Por solamente 10 euros nos ofrecieron un almuerzo riquísimo de 3
platos. Había un surtido muy variado y
fue difícil decidir qué comer. Como no sabíamos qué elegir, el dueño nos trajo
un tipo de arroz especial para ‘ayudarnos a elegir’. Al final comí lasaña,
calamares y mejillones tigres. Después de esto el dueño del restaurante nos
ofreció un plato con todos los postres que tenía. Toda la comida estaba hecha
por él mismo y estaba deliciosa. La comida, la hospitalidad y las bromas del
dueño (¡que también estaban incluidas!), valieron cada euro que nos costó.
Espero que algún día pueda volver a comer allí.
¡Fue un día maravilloso!
ok
ResponderEliminar