Una tarde de merienda en el Mandala


Como ya sabéis, Tía Tula organiza actividades extraescolares cada semana. Siempre procuramos ofrecer diferentes posibilidades a nuestros estudiantes extranjeros que vienen a Salamanca y quieren conocer lo máximo de ella durante su estancia.

El jueves pasado fuimos a merendar al bar El Mandala. Es uno de los lugares emblemáticos donde uno puede sentir la vitalidad y el espíritu de la Salamanca estudiantil. No son pocos los estudiantes que van allí tras una mañana/tarde de estudios para recuperar sus fuerzas. El Mandala es un café bar donde puedes pedir desde un café/té, una caña/vino con tapa, menú del día, hasta una merienda riquísima. No son pocas las personas que van allí especialmente para disfrutar de los famosos batidos y probar las variedades de tartas y pasteles.

Tía Tula - representada por Ben, Britta, Clement, Giovanni y las dos Natalies (como cariñosamente llamamos a Natalie A. y Natalie B.) - con mucho gusto degustó los zumos y batidos de la carta. Tengo que reconocer que pasamos un buen rato hojeando las diferentes cartas tan amablemente dejadas a nuestra disposición. El surtido es increíble - hay zumos naturales, tés, batidos (empezando desde los batidos con sabor a frutas, pasando por la gama de los chocolates, el caramelo, las leche merengada, los batidos con/sin nata, con/sin sirope, con/sin helado), etc. He de decir que soportamos con dignidad y determinación la gran TORTURA de elegir entre tantas delicias con el único objetivo de serviros de degustadores y dar nuestro veredicto final. Con unanimidad decidimos que lo que hemos probado satisface nuestros paladares y no dudaremos en recomendároslo. (Dicho sea que nadie se quejó de su elección)

Aparte de la rica merienda, aprovechamos esta actividad para combinar lo útil con lo agradable. Pasamos un buen rato hablando en español y conociéndonos un poco mejor. Charlamos de diferentes temas, de los países de procedencia de los alumnos, las anécdotas que han tenido allí/aquí, cómo ven la diferencia entre la cultura española y la de su país, sus intereses, cómo pasan su tiempo libre, etc. Yo personalmente pasé un muy buen rato y aprendí cosas nuevas.

Tía Tula siempre ha querido crear un lazo tanto entre los alumnos de los diferentes grupos (nunca siendo el nivel del español hablado una barrera entre los estudiantes visitando los grupos de nivel básico y los del nivel avanzado), como entre los alumnos y el personal. Nos alegramos mucho de que vosotros os mostréis siempre tan amistosos y amables con la gente que os rodea. Gracias a vuestra actitud creamos un ambiente agradable y convertimos el aprendizaje de un idioma en el extranjero una experiencia menos solitaria y más enriquecedora.

¡Gracias chicos por compartir esta actividad conmigo! Espero que os haya gustado pasar la tarde de una forma diferente.

Y a los que no pudisteis venir con nosotros quiero decir que seguramente en un futuro repetiremos la actividad y estaremos encantados de teneros con nosotros.

Antonia, del grupo de coordinación de actividades extraescolares de Tía Tula


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