Nochevieja Universitaria de Salamanca
Hace cosa de ocho o nueve años, a unos estudiantes universitarios de Salamanca se les ocurrió de manera espontánea la idea de celebrar la Nochevieja por adelantado, el último jueves lectivo del año, por aquello de que si no, como cada uno se iba a su casa por Navidad, les tocaba celebrarlo por separado. Al principio la cosa no pasaba de ser una broma original y divertida de apenas un grupo de amigos: una buena excusa para montar una buena fiesta. Pero poco a poco la cosa fue gustando y cuajando y la cantidad de estudiantes que se reunía en la Plaza Mayor para celebrar las campanadas de las doce de la noche de ese jueves comiendo gominolas - en vez de uvas, como marca la tradición española de la auténtica Nochevieja -, comenzó a dispararse: empezó a venir gente en autobuses desde otras ciudades, empezó a aparecer en los medios de comunicación nacionales (tan aficionados a este tipo de noticias curiosas por estas fechas)... Se institucionalizó, en definitiva, como tradición navideña estudiantil de Salamanca, alegre, entrañable y multitudinaria. En 2008 el número estimado de asistentes fue de más de 30.000.
Ahora nos hemos enterado de que cuando el evento comenzó a convertirse en multitudinario, un grupo de hosteleros salmantinos decidió apropiarse de la idea para rentabilizarla, registrando como marca propia la denominación que los propios estudiantes habían acuñado de forma natural para referirse a la fiesta: "Nochevieja Universitaria". Teniendo en cuenta que el nombre existía antes de registrarlo y era el que todo el mundo usaba para ello, se ahorraba una pasta en publicitar la marca, está claro. Se convirtieron en los organizadores del evento: montaban un escenario en la Plaza Mayor (con un pequeño espectáculo para salir del paso) y repartían merchandising de las empresas patrocinadoras.
Como suele ocurrir, como ocurre en los San Fermines, en las Fallas y en todas las grandes acontecimientos populares, a la sombra de la fiesta y pegadas a las multitudes aparecen pequeñas lacras que no se pueden despegar de este tipo de celebraciones: borracheras, broncas, robos de carteristas... Por ello, y dado el coste de las atenciones policiales y el beneficio que el festejo proporcionaba a los organizadores, el Ayuntamiento de Salamanca decidió solicitar a éstos que se hicieran cargo, ahora en 2009, de dicho coste. Los organizadores se negaron y decidieron llevar su fiesta, la fiesta que había nacido aquí de la mano de otra gente y de la que ellos se habían adueñado, a otra ciudad cercana: Zamora.
Así que este año vamos a tener dos nocheviejas universitarias: una en Zamora y otra en Salamanca. Porque finalmente, después de muchos tiras y aflojas y viendo que los estudiantes de Salamanca en cualquier caso iban a volver a celebrarlo como siempre - con o sin organización, con ese nombre o con cualquier otro -, el resto de hosteleros salmantinos ha reaccionado y se ha hecho cargo del festejo, llamándolo eso sí "Fin de Año Universitario" ("Nochevieja Universitaria" sigue siendo una marca registrada que sólo los antiguos organizadores pueden utilizar; menos mal que no les ha dado por registrar también como propia la palabra "Navidad"...). Habrá gominolas para todo el mundo y se repartirán tickets de descuento para las copas de después en medio centenar de bares de la ciudad. En la Plaza Mayor no se podrá introducir ni consumir alcohol: exigencia del Ayuntamiento.
En Tía Tula siempre nos ha gustado esta fiesta y siempre hemos salido a celebrarla con nuestros alumnos. Ahí arriba está la foto de hace dos años. Este año, esta noche, volveremos a hacerlo. Y animamos desde aquí a que todo el mundo se sume, se desentienda de marcas y propiedades y haga suya - de la gente, de los estudiantes - la celebración, como lo fue en su origen y como esperemos que nunca deje de serlo.
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